¿Por qué no leen los colombianos?
El autor Hernán Darío Caro, desnuda sin prevalencia alguna, su interés por la construcción de vías ferroviales; puesto que para su concepto éste contribuirá de un modo eficaz con un buen desarrollo del país de Colombia y por consiguiente de las personas que habitamos en esta sociedad. El tema de ¿Por qué no leen los colombianos?, es un tema que requiere de mucha investigación, objetividad y seriedad. Pero sin embargo desde mi punto de vista la idea de una construcción de vías ferroviales en el país, no es lo suficientemente sostenible y adecuado para una mejora en la lectura. Considero que el autor en cierta medida se deja llevar por otros intereses y que de algún modo le atribuye muchísima importancia a la existencia de estos medios de transporte.
El autor tiene una gran capacidad de persuadir, en cuanto que de un modo ambiguo, da a interpretar la necesidad de un “algo” para un desarrollo posterior del hombre en la cultura. Este autor presenta por medio de importantes y justificables argumentos una necesidad que requiere el país y que a la vez permite reflexionar acerca del progreso que tendrá la lectura en nuestra sociedad. Pero cabe aquí mencionar que el autor muestra una intencionalidad fuerte y decisiva en que se genere este sueño de realizar y llevar a cabo obras de vías ferroviales en Colombia, evidenciándose que para el autor, solo es posible esta “razón”, sin dar un estudio detallado de otras opciones; que quizás puedan ser mucho más fáciles, practica y eficaz, en cuanto a una fomentación de lectura. Por lo tanto me es difícil pensar que esta solución que da el autor carece un poco de mas investigación, y que por ello, no solo la construcción de un tren permite el aumento de la lectura, sino que lo esencial en esto, es la fomentación y proyectos que lleve a cabo el ministerio de cultura en niños que apenas comienzan su vivencia académica.
Sin embargo no es de menospreciar el interés y la vibración que siente el autor por llevar a las diferentes personas de Colombia a un nivel mucho más avanzada y por qué no aspectos en los que se pueda tratar de formalizar conversiones y discusiones intelectuales entre sujetos de común.
El autor requiere de ciertas expresiones que dan lugar a una serie de significaciones que ingresa en el lector para asi lograr una relación y alineamiento al pensamiento que el autor pretende dar a conocer. Por lo que es preciso señalar su buen manejo de llegar al lector; es decir, su estilo de escritura es bastante asequible y fácil de entender a todo tipo de persona. El autor maneja ciertas palabras y formulaciones de preguntas que le dan un sentido de interés y de atención para al lector
Se puede notar que este autor presenta una cierta apatía hacia el gobierno y la cultura de la sociedad colombiana; ya que en su forma de escritura es evidente que no es conforme con este estado, con la población natural de Colombia y con la historia que produjo en un pasado. Aquí, se muestra también que el contexto social en el que vive el autor no es el más idóneo para la práctica y realización de una buena lectura. Y es aquí donde encuentra posibles falencias que lo inducirán a argumentar acerca de un tema de interés social, el cual le preocupa la situación en que se encuentra actualmente.
En esta instancia es fundamental decir que el autor produce en cierta medida el que uno como ciudadano de Colombia reflexiona a más profundidad sobre lo necesario y útil que es la lectura en nuestras vidas. Hoy vemos como los videojuegos, el Internet, los celulares, entre otros, captan la atención y entretenimiento en los niños y jóvenes. Es de conocimiento de todos que las bibliotecas y centros de lectura, cada día mas se desacreditando y perdiendo valor; pero es responsabilidad de nosotros el que estos nuevos niños, se refugien en la lectura como un búsqueda de un afianzamiento de conocimiento y porque no decir de un placer satisfecho.
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